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Todas las escuelas del condado de LaRue, en Kentucky, ofrecen desayuno y almuerzo free of charge a cualquier estudiante que lo desee.
Así ha sido durante una década, desde que el gobierno federal puso en marcha un programa que permitió a las escuelas del condado de LaRue, junto con miles de distritos en todo el país, omitir la documentación sobre los ingresos familiares.
En estas comunidades, muchos niños ya reciben asistencia gubernamental por los bajos ingresos familiares. Entonces, las autoridades federales encontraron una forma de optimizar el programa de comidas subsidiadas: en vez de comprobar los ingresos de cada familia, calcularon los costos según el número de niños que reciben programas de ayuda.
Sin embargo, las escuelas del condado de LaRue podrían perder este beneficio si se aprueban los recortes a los programas sociales que impulsan los republicanos en el Congreso. Según los legisladores republicanos, su propuesta busca que la ayuda llegue únicamente a las familias que cumplen con los requisitos y que los fondos federales se concentren en los estudiantes con mayores necesidades. Advierten que de esa manera, los subsidios federales para la comida en las escuelas sería más sustentable. No obstante, una estimación indica que las consecuencias del plan de los republicanos podrían perjudicar a casi una cuarta parte de los estudiantes de las escuelas públicas del país.
Estudios han encontrado que garantizar comidas gratuitas universales en las escuelas puede mejorar la asistencia escolar, elevar los resultados académicos y reducir las suspensiones. Probablemente se debe a que elimina el estigma que muchos estudiantes sienten al recibirlas. Entonces, quitar el beneficio a gran escala podría afectar desde la economía de las familias hasta el desempleo en las comunidades locales.
Stephanie Utley, directora de nutrición infantil del distrito de LaRue County, señaló que, inevitablemente, menos niños consumirán los alimentos escolares. Ya sea porque sus familias ya no cumplen con los requisitos para recibir desayuno y almuerzo gratuitos o porque no pueden presentar los documentos necesarios para comprobar sus ingresos.
Si menos estudiantes reciben las comidas escolares, los costos para el distrito se vuelven más difíciles de manejar. Para ajustarse al presupuesto, Utley señaló que posiblemente tendrían que reemplazar productos de alta calidad por alternativas más económicas.
Las manzanas y la carne de res de granjas locales desaparecerían del menú. En la highschool servirían menos ensaladas, ya que su preparación requiere demasiado trabajo. Y el fashionable sándwich de pechuga de pollo sería reemplazado por una hamburguesa de pollo procesado.
Utley también señaló que podría verse obligada a despedir private, lo que afectaría la economía de la comunidad rural.
“Somos el comedor más grande de la comunidad”, dijo. “Sería una pesadilla”.
Las propuestas del Partido Republicano sobre comidas escolares afectarían a los estados
Para compensar los recortes fiscales promovidos por el presidente Donald Trump, los legisladores republicanos están debatiendo tres propuestas que serían “devastadoras” para los niños y las escuelas, advierte Erin Hysom, analista principal de nutrición infantil en Meals Analysis & Motion Middle.
Una de las propuestas aumentaría considerablemente el porcentaje de estudiantes que deben estar inscritos en programas de asistencia, como SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria) y TANF (Asistencia Temporal para Familias Necesitadas). Solo así, las escuelas podrían seguir ofreciendo comidas gratuitas a todos los alumnos bajo la Disposición de Elegibilidad Comunitaria.
Actualmente, las escuelas pueden participar en la Disposición de Elegibilidad Comunitaria si el 25% de sus estudiantes están inscritos en alguno de los programas de asistencia. La propuesta republicana en la Cámara de Representantes elevaría el umbral al 60%, un nivel sin precedentes. Como resultado, más de 24,000 escuelas perderían el acceso a esta disposición y aproximadamente 12 millones de estudiantes dejarían de calificar automáticamente para comidas gratuitas, según estimaciones de la organización de Hysom.
En esencia, solo las comunidades donde casi todos los niños califican para almuerzos gratuitos o a precio reducido podrían seguir ofreciendo comidas sin costo a todos los estudiantes.
“Han elevado el umbral de pobreza a su nivel más alto”, dijo Hysom. “No podría ser más alto que eso”.
Según la segunda propuesta, las familias que no reciben automáticamente comidas gratuitas a través de programas como SNAP tendrían que presentar documentación que justifique sus ingresos al solicitar el beneficio. La implementación de este requisito añadiría una carga administrativa tanto para las familias como para las escuelas, lo que aumentaría la burocracia. Como efecto, las escuelas podrían verse obligadas a reducir el private que diseña los menús y prepara los alimentos.
A partir de los ajustes, se generaría un ahorro de 12 mil millones de dólares en un período de 10 años. Así lo indica el documento con la lista de propuestas difundido por el congresista republicano Jodey Arrington, presidente del comité de presupuesto de la Cámara de Representantes.
La tercera propuesta realizaría cambios en los criterios de elegibilidad para SNAP, lo cual probablemente privaría a más de un millón de estudiantes el acceso a la elegibilidad automática para recibir comidas escolares gratuitas. La modificación además, incrementaría la carga de trámites administrativos.
Todo haría que los estados con programas de comidas escolares gratuitas universales enfrenten mayores costos para mantenerlos, ya que dependen en gran medida de los reembolsos federales. Algunos estados ya están evaluando si podrían seguir financiando las comidas gratuitas para todos los estudiantes.
La administración de Trump ya eliminó un programa del Departamento de Agricultura, valorado en mil millones de dólares, que permitía a las escuelas adquirir alimentos de productores locales.
Los recortes en las comidas escolares gratuitas tendrían efectos en cadena
Si menos niños pueden acceder a comidas gratuitas en la escuela, más familias podrían enfrentar dificultades a la hora de realizar las compras para el hogar. Muchas familias que no cumplen con los requisitos para recibir comidas gratuitas tienen problemas para cubrir el costo de la comida. Durante este año escolar, una familia de cuatro miembros podía acceder al programa de comidas escolares gratuitas si su ingreso anual period inferior a $40,560.
Tras la pandemia, las escuelas dejaron de ofrecer comidas gratuitas para todos los estudiantes, lo que provocó un incremento en la deuda por comidas escolares impagas. Según el private escolar, la situación solo se agravará si estas propuestas son implementadas.
En este momento, las escuelas verifican los ingresos familiares en solo el 3% de las solicitudes. Si se les exigiera revisar cada solicitud, la carga administrativa sería abrumadora, advierten el private escolar y los defensores de la alimentación infantil.
Las familias que se las ingenian para subsistir con múltiples trabajos podrían tener problemas para recopilar todos los documentos que se requieren para demostrar sus ingresos. Aunque los niños pueden acceder a las comidas escolares sin importar su estatus migratorio, los padres indocumentados podrían tener miedo de proporcionar documentos personales. Especialmente en un contexto de amenazas de deportaciones masivas por parte de Trump.
“Los niños que califican van a quedar fuera del sistema”, advirtió Hysom.
De acuerdo con una encuesta de 2024 realizada a casi 1,400 directores de nutrición escolar, muchas escuelas ya están lidiando con dificultades económicas debido al aumento en los costos de los alimentos y la mano de obra. Además, deben cumplir con nuevas normativas más estrictas que regulan los niveles de sal y azúcar en las comidas escolares.
Las escuelas están obligadas a comprar la mayor parte de sus alimentos de proveedores estadounidenses, pero si Trump impone ciertos aranceles a largo plazo, eso podría generar nuevas dificultades económicas.
“El costo es una preocupación importante”, afirmó Diane Pratt-Heavner, vocera de la Asociación de Nutrición Escolar, la cual representa a los directores de nutrición de las escuelas y llevó a cabo la encuesta. “Si los aguacates o tomates importados de México se vuelven mucho más caros, eso provocará un incremento en la demanda de productos cultivados en el país, lo que también hará subir los precios”.
Shannon Gleave, presidenta de la Asociación de Nutrición Escolar, comprende la importancia de garantizar que el programa de comidas escolares funcione correctamente.
En el Distrito Escolar Primario de Glendale, Arizona, donde Gleave es directora de alimentación y nutrición, los estudiantes pueden avanzar rápidamente en la fila del almuerzo, ya que todos tienen derecho a comidas gratuitas. Aun así, el private escanea sus credenciales para garantizar que cada niño reciba solo una ración y que quienes tienen restricciones en sus dietas reciban la comida correcta.
Según ella, elevar ligeramente los requisitos de verificación podría ser factible. Sin embargo, revisar el 100% de las solicitudes “no es una forma eficiente de utilizar el tiempo”.
“En este momento, mi equipo no tiene la capacidad de hacer eso”, dijo. “Es necesario encontrar un punto medio entre gestionar bien los recursos y evaluar el peso administrativo que esto supondría”.
Traducido por Flavia Melisa Franco
Kalyn Belsha es reportera senior de educación a nivel nacional y reside en Chicago. Para contactarla puedes escribir a kbelsha@chalkbeat.org.